Los síntomas de la gripe, el resfriado y el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 (que causa la enfermedad COVID-19) pueden ser similares: tos, malestar, cansancio… aunque también presentan diferencias.
Estos virus se propagan principalmente a través de gotitas que el infectado esparce al toser, estornudar o hablar. También se pueden infectar al tocar superficies u objetos infectados y después tocarse los ojos, la nariz o la boca.
Tanto la gripe, como el resfriado y el coronavirus causante de la COVID-19 son virus contagiosos, pero este último tiene una probabilidad de transmisión más alta (se contagian de 2 a 3 personas por cada persona infectada en comparación a 1,3 personas por gripe común). Además, se puede propagar el virus durante el periodo de incubación, cuando todavía no se presentan síntomas o son muy leves.
Las personas con resfriado común suelen presentar congestión y secreción nasal, dolor de garganta, tos y estornudos. No es habitual que se presenten cuadros febriles, en comparación a la gripe y el coronavirus. El resfriado presenta sus síntomas poco a poco, con una duración aproximada de 10 días.
La gripe también es una infección vírica con síntomas como fiebre, dolor general, fatiga, tos o escalofríos. A diferencia de un resfriado común, los síntomas de la gripe aparecen de golpe, vienen acompañados por fiebre y dolores de cabeza. Además, suele durar entre 7 y 14 días.
Por otro lado, el nuevo coronavirus, que provoca la enfermedad COVID-19, es una nueva cepa que no se había encontrado antes en el ser humano. Las infecciones suelen causar fiebre y síntomas respiratorios como los de la gripe: tos o dificultad para respirar. Algunos pacientes también pueden presentar cansancio o dolor de garganta. La sintomatología aparece de forma gradual y puede ir desde un resfriado común hasta casos más graves como neumonías o el síndrome respiratorio agudo severo (SARS).
Consejos para tratar afecciones respiratorias: gripe, resfriado y coronavirus
Este tipo de afecciones respiratorias se pueden prevenir con medidas de soporte, como, por ejemplo:
- Lavarse las manos de forma frecuente y adecuada, aproximadamente durante 40 segundos con agua y jabón.
- Evitar tocarse ojos, nariz y boca después de haber tocado materiales que pueden contener gérmenes (barandas, barras de transporte público…).
- Mantener distancia de al menos un metro con personas que presenten síntomas.
Si ya se presenta sintomatología, cabe, además:
- Taparse boca y nariz con un pañuelo al estornudar o toser para evitar el contagio.
- Guardar reposo y reducir el contacto social.
- Beber líquidos abundantemente.
